“El carbón cubrió el año pasado algo más del 30% del consumo energético del planeta, su nivel más alto desde 1970, y pugna ya, de igual a igual, con el petróleo, siendo esta última hasta la fecha la principal fuente de energía. Según proyecciones, el carbón podría desbancar al crudo en el 2016.”
Sabemos que en el
occidente, se ha asentado la percepción de que el carbón es ya una energía
del pasado, propia de otro siglo. Pero esa afirmación no es del todo cierta,
pues el consumo de este minera la escala global no ha dejado de crecer, pues hay
una clara tendencia a su comercialización, nuevamente. Así, los entendidos en
el tema aseguran que sería un fuerte rival del petróleo y que éste se podría
convertir en la principal fuente de energía del planeta.
Nada está
controlando el avance del carbón. El año pasado este mineral concentró el 30,1%
del consumo energético mundial, alcanzando así su mayor cuota de mercado global
en casi medio siglo. Es su mejor dato desde 1970, según los registros del
último BP
StatisticalReview, considerado una de las biblias del sector
energético mundial.
ABUNDANTE Y BARATO
"El carbón es la fuente de energía más abundante en el mundo y la más barata (…)", explica Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona (…), y es por eso que se sigue y se va a seguir utilizando. Sabemos que es una de las energías primarias más sucias y contaminantes del planeta. Según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el carbón podría ser directamente responsable del 60%, aproximadamente, del total de emisiones de efecto invernadero registradas en el planeta desde el año 2000. Y aún queda mucho para que las técnicas conocidas como la captura del CO2 o la gasificación del carbón se desarrollen y tengan el alcance suficiente para representar soluciones reales. Es obvio que el carbón tiene un coste ambiental brutal, pero tiene un precio muy competitivo que es otro de los factores, uno fundamental, que los países tienen en cuenta. ¿Se va a abandonar el carbón? No", sostiene Marzo. "El carbón no tiene un futuro tan negro como nos quieren hacer ver. No está muerto". |
El consumo mundial de carbón se elevó el año pasado
hasta las 3.826 millones de toneladas de petróleo equivalentes. La demanda creció
así en 2013 un 3%, de bajo crecimiento respecto a los anteriores (el incremento
medio de la demanda del mineral es del 3,9% en la última década), pero más que
cualquier otra energía fósil. El
petróleo sigue siendo la principal fuente de energía, con una cuota del
32,9%. Pero el crudo acumula ya catorce años de pérdida de peso en la cesta
energética global y el dato de 2013 es el menor de toda la serie estadística
que recoge el informe de BP, que arranca en 1965.
El crecimiento del
consumo mundial de carbón se contuvo el año pasado debido al poco interés registrado
en China.
Así, el gigante asiático elevó su demanda energética total sólo un 4,7% el año
pasado (frente al 8,4 % de 2012), estos indicadores han desatado la alerta en Pekín
respecto a su crecimiento económico (el PIB creció un 7,7% el año pasado, según
la estadística oficial). Y el consumo de carbón se contuvo por los criterios de
sostenibilidad de la política energética china. En paralelo, Estados Unidos
también redujo su consumo el año pasado, debido a la gasificación que vive su
economía al calor de la revolución del “shale
gas”, pero el país como contrapartida, elevó sus exportaciones del
mineral con destino a Europa, en especial, a Alemania.
DESBANCAR AL CRUDO EN DOS AÑOS
Lejos de dar por
muerto el carbón, los expertos auguran un retorno con fuerza al mix energético
mundial. La alarma por el cambio climático no está siendo motivación suficiente
para todas las grandes potencias y el planeta parece que se encamina a una
mayor dependencia del carbón, hasta el punto de estar ya a las puertas de
convertirse en la primera fuente de energía primaria, desbancando en apenas dos
años al petróleo.
La Agencia
Internacional de la Energía, el organismo que coordina las políticas
energéticas de los países de la OCDE, augura en su último informe específico
sobre el carbón que la demanda global del mineral se ralentizará en el
próximo lustro, con un crecimiento anual del 2,3% hasta 2018. Pero el ritmo
de aumento seguirá siendo mayor que las otras grandes fuentes de energía
(1,4% el petróleo y 2,2% el gas natural).
"Guste o no,
el carbón va a seguir con nosotros una larga temporada. Es abundante y seguro
geopolíticamente, y las plantas de generación se integran fácilmente en los
sistemas de energía existente. Con ventajas como éstas, es fácil prever que
la demanda de carbón siga creciendo", sostiene Maria van der Hoeven,
directora ejecutiva de la AIE.
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Según las
estimaciones de la agencia, el carbón podría llegar a igualar al petróleo como
principal fuente de producción de energía entre 2015 y 2016 y lo superará en
los siguientes ejercicios. Un estudio de la consultora Wood Mackenzie aplaza el
ascenso del carbón como mayor energía hasta 2020. Es sólo cuestión de tiempo.
FUENTE: Agencia Internacional de la Energía, BP Statistical Review
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