Entrevista al Ing. Julio César Gallardo Álvarez
Presidente de la Cámara Minera del Perú
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A propósito de la
Semana de la Seguridad y Medio Ambiente CAMIPER, recogimos las impresiones del
Ing. Julio César Gallardo Álvarez sobre estas dos bases importantes del quehacer
minero.
Ing. Gallardo, ¿Por
qué es tan importante la Seguridad Minera?
El tema es
fundamental porque se trata de proteger la integridad y la vida de los
trabajadores mineros que están expuestos frecuentemente al peligro en las zonas
donde realizan sus labores. Las estadísticas muestran que la tasa de fatalidad
en el sector minero es mucho más alta que en otros sectores. A través de una
buena implementación de la Seguridad Minera evitamos y/o minimizamos accidentes
fatales, teniendo en cuenta que la seguridad solamente existirá si la
practicamos, es un axioma que no exige demostración.
¿Qué implicancias
tendría una adecuada seguridad en las operaciones mineras?
Definitivamente garantiza
el bienestar de los trabajadores y resta riesgos innecesarios en las
operaciones. Aquí se debe de tener en consideración que la empresa debe
extender sus estándares de seguridad a los contratistas con los que opera ya que
son ellos, según los datos, los que generan la mayor cantidad de accidentes
fatales. Aquí hay un talón de Aquiles que debemos considerar seriamente y que
debe obligar a las empresas a ser más exigentes cada vez con los estándares de
seguridad de las empresas que contratan.
Otro punto importante
que hay que considerar es un énfasis especial de inducción de seguridad en los
trabajadores jóvenes (20-30 años), que son los más propensos al peligro. Su
entusiasmo y falta de experiencia suelen a veces jugar en contra cuando se
trata de un ambiente delicado como es el trabajo en una mina y es por eso que
los accidentes mortales se concentran en esas edades.
Adicionalmente, las
empresas que garantizan un adecuado cronograma de seguridad ganan el respeto y la
confianza de su personal (Ingenieros, Personal de mando medio, Personal
operativo) y del entorno social en general.
¿Considera que la
seguridad minera y la salud ocupacional deben trabajar en conjunto para
garantizar la protección de los mineros?
Por supuesto, ya que un
verdadero programa de seguridad garantiza la integridad física de
los trabajadores, pero no necesariamente su salud. El trabajo minero en el Perú
tiene sus enfermedades típicas asociadas a las características de los metales
con los que se trabaja o las sustancias que se emplean. Un estudio del
Ministerio de Salud identificó hace unos años por lo menos 18 enfermedades
específicas que se dan en los trabajadores mineros y esto requiere un
tratamiento aparte. Aquí es donde el trabajo de Salud Ocupacional complementa a
los esfuerzos de Seguridad Minera.
¿Qué avances, en
cuanto a sistemas de seguridad minera se refiere, se han implementado en el
país en los últimos años?
Podemos afirmar que
la Seguridad Minera en el Perú camina por buen camino. La normatividad que se
viene aplicando desde los años 70, y que ha seguido una importante evolución en
posteriores leyes, ha reducido la incidencia de accidentes mortales. Sin
embargo, aun nos falta para llegar al ideal de 0 accidentes.
La Dirección de
Seguridad Minera del MEM (Ministerio de Energía y Minas) ejerce un control
minucioso a las empresas mineras para la aplicación de reglamentos de seguridad
que establezcan mecanismos en salvaguarda de la integridad de los trabajadores.
Los programas de capacitación son permanentes para que el personal esté
preparado e involucrado ante eventuales contingencias o siniestros.
¿Cómo la minería tendría una compatibilidad con el medioambiente?
La minería es
uno de los principales sectores de la economía peruana
y mundial, tanto por su contribución a la riqueza del país, como por la
generación de puestos de trabajo pero, a su vez, es uno de los sectores donde
existe mayor riesgo de
impacto ambiental. Nuestras autoridades deben empeñarse en otorgar seguridad en
el bienestar y un medio ambiente adecuado y propicio para el ejercicio de las
facultades físicas y mentales tanto de los trabajadores como de los pobladores
circundantes al centro minero.
En este sentido, los
esfuerzos por alcanzar una minería social y ambientalmente responsable avanzan
bajo el impulso del estado (los mecanismos de Consulta Previa y los esfuerzos
de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad, son un ejemplo palpable), pero
también de las propias empresas mineras que cada vez tienen más claro su rol
social y ambiental con sus zonas de influencia. Una minera que se muestre ahora
ambientalmente irresponsable pierde mucho más de lo que gana.
Este énfasis, por
tanto, no entorpece el desarrollo minero sino que, por el contrario, garantiza
la continuidad de sus operaciones. En países del primer mundo, se planifica la
seguridad y medioambiente de la mano desde la concepción del proyecto,
lo que unido al avance tecnológico, hace que disminuyan los índices de
siniestralidad en general.
¿Cuál es la política
ambiental que se debe mantener en los próximos años?
La política ambiental
comienza con un control adecuado de los impactos ambientales y, en este
sentido, es importante que se hayan implementado dependencias como el SINIA
(Sistema Nacional de Información Ambiental) o la OEFA (Organismo de Evaluación
y Fiscalización Ambiental) que buscan dar a conocer la realidad ambiental del
país y protegerla.
Pero esta es solo una
parte del camino. El momento actual exige que se busque la participación activa
de las empresas y las comunidades en el cuidado del ambiente y esta debería ser
la piedra angular de una nueva política ambiental. El compromiso ambiental consiente
y decidido de todos los actores sociales permitirá que el Estado pase de un rol
fiscalizador a uno promotor de los beneficios permanentes del cuidado ambiental
para todos.
Nuestro desafío es
que la minería internalice su rol de impulsor de desarrollo junto con el de su
crecimiento comercial. Este es el mayor reto que debemos alcanzar.
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