Se acaba la mina, ¿qué queda?, plan de cierre

Los pasivos ambientales en minería son el producto de viejas minas, de algunas operaciones artesanales, o de la minería ilegal. Desde los años 80, la industria minera ha estado incorporando la tecnología necesaria para cumplir con las nuevas exigencias ambientales, cada vez más rigurosas. El cierre de mina forma parte de la inversión de cada proyecto, y constituye una obligación legal establecida en nuestras legislaciones ambientales.
Si bien es lógico e inevitable que extraer recursos no renovables los agota, se puede hacer minería en forma ambientalmente sostenible, de manera  que  cuando la mina se acabe, el área se integre nuevamente al paisaje.

¿Desde cuándo nos interesa cuidar el medio ambiente?

Hasta hace unos 30 años, el tema ambiental no estaba en la agenda de la sociedad, ni de los gobiernos o de las empresas. A partir de los desastres de Chernobyl y del Exxon Valdéz, la necesidad de preservar el ambiente se instaló en la precepción de la gente, los gobiernos empiezan a plantear las lógicas exigencias legales y las empresas a realizar la inversión e incorporar tecnología para hacer sus actividades ambientalmente sostenibles. La minería ha sido una de las primeras industrias en adaptarse a los nuevos requerimientos, en parte por vocación, en parte por estar demasiado expuestas a la opinión pública, y debieron ajustarse a las nuevas exigencias ambientales.  

Prevención, restauración y remediación

La  minería, como toda otra actividad, genera un impacto en el medio ambiente, con la tecnología actual se puede disminuir ese impacto y recuperar las áreas afectadas, ambiental y hasta paisajísticamente.
Podemos distinguir tres grados de intervención: la Prevención del impacto, durante la misma explotación,  la Restauración del terreno, devolviendo el aspecto más parecido al original posible, y la Remediación, para atender los problemas de estabilidad física y química del área, una vez terminado el proyecto.

Prevención y Plan de cierre

Si bien podemos remediar los pasivos, es mucho más sencillo prevenir y planificar el cierre de la mina, para evitar producirlos. Actualmente, todo proyecto minero contempla el "cierre de mina". Además del componente social, el cierre comprende desde el desmantelamiento de instalaciones, estabilización física y química, rehabilitación de suelos, revegetación, hasta la incorporación al paisaje.
En la prevención se adoptan los procedimientos necesarios para llegar al cierre de mina, con la mayor parte de los potenciales problemas que puedan afectar al agua, suelo y el terreno resueltos, de modo que sólo quede por realizar el desmantelamiento y la restauración.
El plan de cierre forma parte de la inversión minera, es obligación legal y existe la normativa a seguir, de acuerdo a la legislación y estándares internacionales. 

El aspecto social

La responsabilidad de la empresa abarca más allá del cierre de una mina e incluye un compromiso no sólo con el medio ambiente, sino también con la comunidad, contribuyendo a la sostenibilidad a largo plazo. Para eso es necesario planificar con las autoridades locales y actuar durante la vida de la operación minera, promoviendo iniciativas empresariales, microemprendimientos, desarrollo de habilidades y colaborando en programas locales de diversificación económica y capacitación. La planificación del cierre también contempla el apoyo a los empleados para identificar nuevas oportunidades laborales, llegando a la relocalización de personal.
Por ejemplo, en Minera Alumbrera (Catamarca, Argentina), aunque el cierre de mina está previsto para 2016, ya están trabajando desde el 2008 en la ejecución del plan de cierre del yacimiento. Lo mismo sucede con el Plan San Julián 2020, previendo el cierre de la mina Cerro Vanguardia en Santa Cruz, dentro de 15 años. 

Minería social y ambientalmente sostenible

La restauración en Golden Cross  (Nueva Zelanda), que estuvo en producción desde 1991 a 1997, no es un hecho aislado, más bien es la norma de la industria. No es necesario  llegar a casos extremos, como el del complejo hotelero que se construirá en Songjiang , cerca de Shanghai - China, en una cantera abandonada. Ambos ejemplos muestran que una vez acabada la mina, restituir el paisaje o darle otra utilidad a la vieja mina, es posible. Y no sólo el paisaje, también la comunidad debe recibir la preparación para incorporarse a nuevas actividades.
No sólo es posible técnicamente, es obligación legal hacerlo, de tal modo que la actividad minera sea ambiental y socialmente sostenible.


Fuente: martincarotti.blogspot.com.ar