De diciembre a enero, el precio del cobre cae en 12%. Esto marca el
peor inicio histórico anual desde 1988.
Las diferencias entre Estados
Unidos y sus pares, continúa retrasando la recuperación del metal. Así, tras el
reciente anuncio del Banco Mundial, se redujo el pronóstico de crecimiento para
el 2015, tanto para Europa, China y Japón; esto desencadena que la economía
global se expanda a menor ritmo del esperado, a pesar de que el
restablecimiento económico de Estado Unidos se acelera.
manufactura y el
empleo en Estados Unidos.La situación en China afecta las materias primas y,
por lo tanto, al precio del cobre. Bajo este contexto, la cotización del metal
rojo declinaría sobre la base de su desaceleración económica.
Además,
los inversores abandonaron las materias primas,a pesar de que en la década
anterior los resultados fueron los esperados y llevaron a las compañías a
aumentar la producción y los inventarios. Para enero, el Banco Mundial redujo
sus perspectivas de crecimiento global para el 2015 a 3 %, mientras que el
pronóstico esperado era de 3.4% en junio el año pasado. Respecto al crecimiento
económico de China, éste se expandirá en 7 %, lo cual al compararlo con la
perspectiva del 2014, es 0.2 % menos que la de octubre (7.2%) y 0.5% menor que
el pronóstico de junio (7.5 %).
Incluso, cuando la baja en los
precios de las materias primas favorece a la industria manufacturera y sus
consumidores, este hecho ejerce una presión deflacionaría en muchas economías.
Uno de los factores influyentes en la cotización de los metales ha sido el
continuo desplome del petróleo; el contrato referencial cotizaba por debajo de US$ 46 por barril,
una caída de casi 60% desde fines de junio, mientras que los futuros del cobre,
a menudo considerados como un barómetro de la demanda industrial, bajaban más
del 6% por debajo de US$ 5,500 por tonelada a niveles vistos por última vez en
el 2009.
También se puede observar que en
los mercados de carbón, los contratos en Europa han perdido un 25% de su valor
en las últimas ocho semanas a US$ 57.70 por tonelada, dado que el exceso de
suministros se sumaba al impacto de una reducida demanda.El carbón, el
combustible más utilizado en el sector de generación de energía, ha registrado
un aumento en la capacidad en los últimos cinco años mientras que la demanda en
importantes mercados como Europa, Estados Unidos y también China ha disminuido
ante un creciente uso de fuentes alternativas como las energías renovables o el
gas natural.
En el
mercado de metales, se ha proyectado que el cobre bajará otro 13% este año,
según la media de nueve estimaciones de analistas y operadores que consultó
Bloomberg. Los análisis de Jefferies Bache Ltd. estiman que en el 2015 la
producción minera podría sumarse alrededor de 1.6 millones más en comparación a
lo proyectado en el 2014. La caída de los precios mencionados se produjo luego de que el
Banco Mundial (BM) recortara su panorama de crecimiento global para el 2015 y 2016.
Pese a las a
desalentadoras perspectivas económicas en la zona Euro, Asia y algunos mercados
emergentes importantes, la demanda de cobre seguirá creciendo en las
siguientes dos décadas.
Finalmente, el
consumo por persona de metales base, también depende del tipo de crecimiento de
cada país. Así, un crecimiento orientado al sector industrial genera mayores
presiones al alza sobre los commodities, en la medida en que es más intensivo
en su uso, a diferencia de uno orientado al sector servicios. Asimismo, la
demanda por metales base podría continuar aumentando incluso a niveles altos de
ingreso, si y sólo si el sector industrial mantiene una fuerte contribución al
crecimiento económico.
FUENTE:
Proinversión, Comex
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