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"Ranguayo". La minería alcanza la madurez literaria


La minería sigue creciendo en el Perú. Las minas se multiplican junto a todos los sectores colaterales a ella, e impulsan la economía. Pero ahora no solo la economía. Con el lanzamiento de “Ranguayo”, la última novela de Jorge Mendoza Aramburú, asistimos a una nueva etapa de la presencia minera en la literatura peruana: el momento en que la minería deja de ser el contexto de una novela o un pretexto ideal para una denuncia social, y pasa a constituirse en “el tema” de ella. Ranguayo inaugura la novela minera per se, donde la mina es sustantiva y el universo a su alrededor una consecuencia de su influjo.


LA LITERATURA DE CONTEXTO MINERO EN EL PERÚ

En la historia del Perú la minería como actividad productiva ha sido omnipresente, en su literatura no tanto. Aun así, ya en nuestro gran tradicionista Ricardo Palma (Lima, 1833-1919) encontramos dos "Tradiciones Peruanas" con temas afines a la minería: La desolación de Castrovirreyna y La mina de Santa Bárbara. La primera trata del origen de la villa de Castrovirreyna, donde “los ricos mineros quisieron imitar el lujo, los caprichosos dispendios, las vanidosas fantasías y la manera de ser de los de Potosí y Laycacota”. Y la segunda transcurre en el cabildo de Huamanga por el año de 1564 donde Amador de Cabrera se convierte “en dueño de la famosa mina de azogue de Huancavelica y realmente el hombre más rico del Perú”.

Estos desarrollos literarios autóctonos sufrirán sin embargo un fuerte viraje impulsados por la corriente socialista llegada desde Europa. El tema minero se usará de aquí en adelante -como en “Germinal” (1885) de  Emile Zolá- para describir la lucha del trabajo frente al capital. Las novelas recrean el universo minero pero relacionándolo con un entorno social injusto. Surge en el Perú el indigenismo, como corriente directamente inspirada en el ideal social que marca la pauta literaria del tema minero.

Por esta causa, las novelas de ambiente minero se enmarcan en propósitos de denuncia social y desde la óptica de los oprimidos que caracteriza la literatura socialista. El discurso contra la actividad extractiva “se hace fuerte y persuasivo, asociado a factores negativos como el sistema de explotación física, los bajos salarios, el poco respeto por la dignidad de los trabajadores, la desintegración familiar de los mismos y el fomento de las enfermedades, además de los enunciados de contaminación, depredación del agua, erosión del suelo, restricción de las áreas agrícolas y desaparición de la fauna silvestre” (César Campos).

Podemos contar hasta unas “40 obras sobre la materia”, que amplia o tangencialmente presentan el mundo minero peruano, entre las cuales podemos destacar:
  • El Tungsteno (1931), de César Vallejo
  • El Retoño (1950), de Julián Huanay
  • Extraño Caso de Amor (1954), de Estevan Pávletich
  • En la noche infinita (1965), de Miguel de la Mata
  • Madre Cerreña: cotidiano drama de los hombres en las minas (1967), de Ricardo Jurado Castro
  • Redoble por Rancas (1970), de Manuel Scorza
  • El noble manchego (1984), de Julián Ayuque Cusipuma
  • Taladros mineros (1992), de Edilberto Soto de la Cruz
  • El Socavón compactado (1994), de Noé Salvador Zuñiga Gálvez
  • El Prefecto (1994), de César Pérez Arauco
  • Cinco días en la vida de Lucrecia Parker (1996), de Felipe de Lucio Pezet
  • Plata Púrpura (1997), de Mariano Patiño Paul
  • Manuel Felipe, el español (1998), de Federico Salas Guevara
  • Volcán de Viento (2006), de Roberto Rosario


RANGUAYO. UN VIAJE AL MUNDO MINERO

Jorge Mendoza. “Yo no me considero escritor. Soy un intruso en la literatura.”

Pero Ranguayo, la novela de Jorge Mendoza Aramburú, no está planteada desde la óptica reivindicativa de sus predecesoras, ni busca mostrar al trabajador minero como un ser puro al cual el contexto corrompe y degrada. No. Aquí los seres humanos se muestran tal cual, con sus virtudes y sus defectos. Es la vida minera “tal como es”, sin propósitos secundarios y hasta sin prejuicios.

El relato está centrado en la imaginaria Mina Ranguayo, ubicada en algún lugar de los Andes centrales del Perú. Es un lugar imaginario pero a la vez real, donde se suceden escenas y acontecimientos en los cuales un hombre de mina fácilmente podría ver reflejados sus recuerdos y vivencias cotidianas.

Los escenarios de la novela son la mina misma con sus diversas labores subterráneas: Santa Ana, un pueblito vecino, lugar típico de los Andes y las oficinas de la empresa en Lima. El episodio central de la novela es el terrible accidente que ocurre en una galería subterránea.

EL ACCIDENTE

La vida de los mineros es como de cualquier otra persona, con sus momentos buenos y malos. Pero, en general, hay más momentos malos y hasta trágicos porque la minería es una actividad de alto riesgo. Por eso a nadie le debe impresionar que uno de los eventos principales de la novela sea un accidente y que este se inspire en un hecho real.

De hecho, el accidente que se relata en la novela es cien veces más complejo, por ejemplo, que el que se dio en Chile hace un tiempo y que se convirtió en un hecho globalmente mediático. En el caso chileno ellos quedaron tranquilos en la zona de refugio, en la novela no. Los mineros quedaron atrapados entre la pared de roca de una galería y una gran cantidad de barro y piedras que se filtró por una chimenea a sus espaldas. Estaban en completa oscuridad, sin comida y sin agua. Y a pesar de todo se logró rescatar a dos de ellos con la tecnología minera peruana de ese momento. Fue un hecho poco conocido y que no recibió la atención de los medios pero que la novela reivindica, relatándolo en todo su detalle y sin omitir los actos vampíricos que tuvieron que realizar las víctimas para sobrevivir.

MUCHO MÁS

Pero la novela va mucho más allá de un hecho puntual. Narra hechos que realmente ocurrieron en minas subterráneas de los Andes centrales, de la Cerro de Pasco Cooper Corporation, y del altiplano puneño, pero entremezclados con episodios de ficción y fantasía. Aquí aparece el muqui, los cerros guardianes de la mina y hasta un ingeniero contando su propia autopsia, velorio y entierro.

Los personajes van desde un cachimbo (practicante de ingeniería) hasta el presidente del directorio y principal accionista de la minera, en el cual parece identificarse a un empresario muy importante en la historia de la minería peruana.  También son personajes importantes el superintendente, el gerente general, los ingenieros de la mina, un dirigente sindical, un profesor  terrorista, un brujo y una bella pastorcita. Todos tienen voz propia en la novela, todos nos sumergen en sus mundos íntimos, privados. En resumen: acción, sorpresas, suspenso, misterio, violencia, romance, erotismo, comedia y drama.

Ranguayo es descriptiva, ilustrativa y hasta educativa de la realidad del mundo minero. Representa la nueva visión minera “desde adentro”, una especie de autoconciencia de personajes que relatan sus vidas en primera persona y nos convierten en privilegiados confidentes. Aquí la minería no es el escenario sino el personaje. Ranguayo presenta todo el proceso de la vida de una mina, desde cómo se abre la mina, se explora, se desarrolla, se explota, hasta como quiebra.


HISTORIA DE UNA NOVELA


Hablamos con Jorge Mendoza, un hombre joven de 70 años, y sus primeras palabras dejan claro el origen de este nuevo paradigma.

“La minería es mi vida. Soy minero de cuerpo, alma y espíritu. Soy ingeniero de minas de la UNI, promoción 1965, hijo y nieto de minero.  Mi hermano Juan, también ingeniero de minas, falleció en un accidente de trabajo. He laborado en la pequeña, mediana y gran minería en Perú ocupando diferentes cargos desde jefe de guardia hasta gerente. Conozco  y comprendo una mina, siento su espíritu y la atracción de los cerros.
La novela surge de las innumerables vivencias mineras que he tenido, tan especiales y tan ricas que me hicieron ir escribiendo a través de los años. Experiencias de las que, en muchos casos, fui testigo o actor. A través de las conversaciones obtuve también información importante que no se encuentra en los textos académicos.
Hace dos años, cuando me puse a revisar y releer lo escrito, vi que tenía tanto material como para escribir varias novelas.  Entonces, decidí darle forma  y construí Ranguayo. Este proceso ha tomado al menos cuarenta años.”

Más adelante don Jorge añade sumariamente:

“La novela no pretende tener ningún mensaje. Plantea dar a conocer al público qué es la minería, cómo es una mina. Con todos sus problemas y situaciones, aunque buscando llegar a un balance positivo. Quiero mostrar una realidad no conocida por los habitantes de las ciudades. Que mientras ellos duermen, a las 3 de la mañana, el minero peruano ya está trabajando, en algunos casos a 500 mts. de profundidad, a 4 mil metros de altura, para que no suba el pan, para que no haya inflación, para que no se devalúe el sol, para que los índices macroeconómicos sigan subiendo.”


LAS REACCIONES A RANGUAYO

A pesar del escepticismo del autor (“Es imposible difundir mi novela, porque la gente no lee. No leer es el estado natural del ser humano. Los que tienen vocación de leer son muy escasos”), el libro ya ha tenido lectores entusiastas que han hecho comentarios relevantes. El doctor Benjamín Román Abram quien presentó la novela en el IIMP, declaró que “la obra consigue ser una novela total que ha enriquecido la literatura  nacional y universal” y el escritor Carlos Enrique Saldívar agrega que “Jorge Mendoza Aramburú ha escrito la novela peruana más importante del presente siglo”.

Mucho de esto debe ser cierto porque ya le están proponiendo al autor llevar Ranguayo a la pantalla grande, idea que a don Jorge le agrada. “Sería una buena forma de difundir la novela. Que durante dos horas los espectadores experimenten aventura, misterio, sexo, drama, comedia. Que se rían, piensen, lloren y salgan de allí con un mensaje positivo de la minería.”

Pero mientras llegue la película, Ranguayo es ya una realidad literaria impresa. Un texto indispensable para todos los estudiantes de Ingeniería de Minas, de Geología y Metalurgia, y para todos los que están relacionados con el contexto minero. Pero no solo para ellos. Es la novela que todo peruano debería leer si quiere alcanzar a comprender el vasto universo que se desarrolla en las entrañas de las cientos de minas que hay en el país.


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